Matame con palabras, aunque no lo merezca.
Me da vergüenza llorar por algo tan inútil como esto, no tiene sentido, y llorar por vergüenza es todavía más vergonzoso.
Pienso en qué voy a hacer cuando tenga verdaderos motivos para llorar, por qué ya no voy a tener lágrimas.
¿Y vos? ¿Qué vas a hacer cuando ya no tengas a nadie que te llore? Nadie que te permita desplegar tu asqueroso cinismo, tu idiotez, y sobre todo, tu encanto.
Tal vez sangrando pueda saber si estoy viva, arañando los pisos podre sepa que seremos en el futuro, si meros extraños, almas sueltas por ahí que no pueden mantener la mirada fija.
Me molesta tanto la fantasía en la que nos obligaste a caer, porque cuando salgamos de ahí no solo va a ser distinto y sin sabor, sino que va a ser tarde, tarde para todo y no sé donde vamos a estar, ni con quien.
¿Y sabes lo que más me molesta?
Estar completamente segura de que te hubiera hecho feliz, muy feliz.
Dis moi que tu m’aimes, rien qu’une fois, porque de verdad te quise, por muy estúpido que eso suene.
Euge-