En el espacio entre un si y un no hay toda una vida.
Es la diferencia entre quien pensaste que podrías ser, y quien realmente sos. Es ese espacio delante de los asientos para estirar las piernas, exclusivo para las mentiras que te dirás en el futuro.
Todos están siempre tan asquerosamente “bien”, pero nosotros no.
A veces estamos lastimados, con moretones y prácticamente destrozados; y esto, señores y señoras del jurado, no es lo que llamamos bien.
Quienes digan que el resplandor de un día soleado es pura felicidad, significa que nunca han bailado bajo la lluvia.
Y no, no voy a cruzar la calle hasta que me des la mano.
Euge~
Todos sabemos la misma verdad, nuestras vidas consisten en como vayamos deformándola, en como manejemos el pánico que nos da el saber, o no, que hacer con nosotros mismos.
Y pronto todos se preguntaran que fue de nosotros, por que nuestros corazones se estaban muriendo tan rápido. Susurraran que no duraría, levantándose una y otra vez del banco de la iglesia.
Pero si sus corazones se estuvieran muriendo rápidamente, hubieran hecho lo mismo que vos.
Yo hubiera hecho lo mismo que vos.
Si me preguntan que paso, no lo se. Solo puedo agachar la mirada, y fingir que juego con las baldosas mientras me alejo.
Tal vez me suba a un tren y me deje ir, sin rumbo. Puede ser que marque en un mapa, afuera de la habitación de un extraño, con un pinche, tu ciudad. Por favor, no dejes que el agua llene tus pulmones; no dejes que el viento te levante de la tierra. Quadate donde estas, quedate quieto.
Aunque ahora si puedo recordarlo.
Marque el mapa, conté en mi cabeza todos mis errores mientras miraba pasar mi vida en miles de momentos.
Después fume unas drogas con personas que nunca llegue a conocer, y marque, afuera de la habitación de un extraño, tu cuidad con un pinche.
Estaba marcando el lugar donde quería despertarme.
Es el hecho de crear esa dependencia enfermiza; esa dependencia tan vana que no merece ni ser nombrada; si, es eso lo que nos hace sentir tan pobres.
Euge-